En una manzana regular de la Ciudad de Rosario se desarrolla un proyecto de baja densidad, que comprende 20 viviendas en dúplex, con cómodas prestaciones individuales. El conjunto se estructura en torno a una calle interna que atraviesa todo el complejo y divide la manzana, posibilitando su acceso por
medio de dos calles, Urquiza y Kay. Los espacios verdes al frente
de cada vivienda, se mimetizan y generan un agradable paseo
peatonal para sus habitantes.
El tamaño excepcional del terreno permitió encarar el desarrollo de un producto diferente a la oferta existente en la Ciudad. Cada vivienda cuenta con acceso directo desde la calle interna, a través de un pequeño jardín y espacio para estacionamiento individual.
El aspecto arquitectónico que se intenta destacar en el proyecto es la imagen homogénea del conjunto, con una altura general que no supera los 6m; lo que permite conseguir una perfecta relación con el ámbito residencial en que se inserta.